“Susurrando los secretos de mi tierra” es una iniciativa que se propone fomentar la lectura y la escritura en niños, niñas y adolescentes de escuelas rurales del archipiélago de Chiloé, a través de diálogos intergeneracionales que recuperen relatos orales locales sobre el vínculo con la naturaleza.
Se trata de un proyecto financiado por el Fondo del Libro y la lectura del Ministerio de las culturas, las Artes y el Patrimonio, en la convocatoria 2020 y que finalmente ha podido dar su puntapié inicial.
Son 4 escuelas rurales de Quemchi y Quinchao en las que se desarrollan las actividades, que cuentan con una metodología participativa que pone en el centro el protagonismo de niños, niñas y adolescentes y los relatos de sus mayores, que serán compartidos a través de textos por ellos trabajados y la creación de susurradores.
Cuentacuentos, lecturas compartidas y herramientas de entrevistas, son abordados en distintas sesiones, las que finalizan susurrando los secretos de la tierra entre los vecinos/as y con la producción y lanzamiento de un texto que compile estos relatos.
Entre el 20 y el 27 de octubre se llevó a cabo la primera sesión, en los establecimientos educacionales involucrados: Escuela Rural de Aucar, Escuela rural de Alao, Escuela Ostricultura de Apiao y Escuela Rural Metahue de Apiao.
La primera jornada comenzó con juegos y cuentacuentos, acercando a niños y niñas a los susurradores y las palabras, quienes usando su imaginación crearon cuentos de forma colectiva. La segunda parte de la jornada, abrió con un diálogo donde se pusieron en común experiencias diversas, para dar paso a un ejercicio de redacción acerca de una historia que hayan oído; finalmente, se les ha encargado misión de entrevistar a sus mayores, para seguir profundizando en los saberes de la tierra, el mar y el monte en el próximo encuentro.
El proyecto gestionado por la socióloga Sonia Muñoz, cuenta con la valiosa participación de la escritora Rosabetty Muñoz, como facilitadora/asesora literaria y con Estrella Bravo como cuentacuentos.
