Con la asistencia de más de 60 funcionarios, se realizó la Jornada de Capacitación de equipos de Tuberculosis (TBC) de la red provincial Chiloé.
Médicos, enfermeras (os), tecnólogos (as) médico y técnicos (as) paramédicos, de 12 Cesfam y los 5 hospitales, asistieron a este seminario taller, cuyo objetivo era el de capacitar a los equipos y fortalecer sus conocimientos, con la finalidad de mejorar la pesquisa de la enfermedad y de esta manera dar tratamiento temprano y evitar el contagio en la comunidad.
El Dr. Augusto Canales, médico del Equipo Técnico de Tuberculosis del Servicio de Salud Chiloé, explicó que “esta jornada se enmarca dentro de las actividades del Programa de Control y Eliminación de la Tuberculosis (PROCET) en nuestro servicio, cuyo objetivo es mantener o acelerar las actuales tendencias descendentes de la morbilidad y de la mortalidad. Si esto se logra, el país como un todo podrá entrar en la llamada “Fase de Eliminación Avanzada de la Tuberculosis” y en un futuro lograr la tan ansiada “eliminación de la enfermedad como problema de salud pública”. Además el profesional afirmó que la incidencia de la enfermedad Chile, es de 12,5 casos por cada 100 mil habitantes (cifras 2012), pero el objetivo es bajar el número de contagios ya que pese a ser una enfermedad curable, entre el 2005 y el 2010 hubo cerca de 1500 fallecidos. Es por eso que los esfuerzos deben estar destinados a pesquisar lo más pronto posible la enfermedad no sólo para atacarla a tiempo sino, fundamentalmente, para evitar el contagio. Es por esto que se capacita en el nivel primario de atención para que a través del modelo de prevención y promoción se detecten los posibles casos y los eventuales focos de contagio.
El especialista también destacó cómo gracias a los esfuerzos adelantados por los equipos de salud “después de tener la mayor tasa por mortalidad por tuberculosis de América durante la primera mitad del siglo XX, Chile ha pasado a tener durante la segunda mitad de ese siglo, a una de las tasas de incidencia de la enfermedad más bajas de la región”.
Enfermedad con estigma
La tuberculosis es una enfermedad muy grave. Tanto así que la primera vacuna que se pone a los recién nacidos en el país es la BCG, que los protege de esta bacteria. Pese a esto, según el Dr. Canales “se calcula que un tercio de la población mundial puede estar infectada, aunque eso no implica que desarrollen la enfermedad. Sólo algunos se enfermaran y hay mayor prevalencia en pacientes con VIH, presidiarios, y grupos sociales que presentan mayor vulnerabilidad. Además hay mayor posibilidad de contagio debido, fundamentalmente, al hacinamiento y a las precarias condiciones de vida. Todo esto no significa que la podamos encontrar solo en estos pacientes, es una enfermedad que puede afectar a cualquiera”.
Es importante entonces crear conciencia en la población de acudir al centro médico cuando se presente tos persistente por más de 15 días con desgarros, y a los equipos de salud de hacer los exámenes respectivos para desechar o confirmar el diagnóstico, e iniciar los tratamientos y controles ininterrumpidamente. El pronóstico de cura así es muy bueno, mientras hay mal pronóstico cuando la enfermedad pulmonar no es tratada. Casos pulmonares no tratados, presentan letalidad cercana al 50% en el plazo de 2 años.
Trabajo futuro
Para la próxima jornada (2016) los equipos tienen el desafío de exponer el modelo de atención y prevención de la enfermedad TBC que están aplicando en sus respectivos establecimientos (y cuyas directrices se dieron en esta jornada). Esto debido a que pese a que hay protocolos nacionales, debido a las condiciones particulares del territorio (insularidad, ruralidad, aislamiento, grandes comunidades indígenas…) cada equipo realiza y ejecuta su plan de manera particular.
Se espera así que experiencias exitosas puedan ser compartidas y replicadas, para que se detecten todos los casos (actualmente hay 10 personas en tratamiento en el archipiélago) y se logre disminuir el número de enfermos y con ello se logre eliminar a corto plazo esta enfermedad.
