En la casa de la familia de Miguel Ampuero, en la comunidad de Chaumán, se instaló el primer sistema de acumulación o cosecha de agua lluvia de la Provincia de Chiloé financiado con recursos del Ministerio de Agricultura.
Se trata de un proyecto piloto, que consiste en la instalación de canaletas en las techumbres de las casas, un sistema de canalización hacia una cisterna o “guatero” gigante con capacidad para almacenar 10 mil litros de agua y la habilitación de un invernadero en el que se utilizará luego el agua captada.
Hasta el sector llegó la alcaldesa de Ancud Soledad Moreno para ver cómo funciona este sistema y como indicó, poder replicarlo en otros sectores afectados por la sequía. “Es posible replicarla en nuestra comuna y es el compromiso también del municipio ver la manera de cómo mitigamos esta tremenda crisis que tenemos por el déficit hídrico e ir en apoyo de nuestros agricultores. No es posible volver a vivir lo que se vivió en el verano, cuando entregamos tal magnitud de agua, pues si bien tenemos la obligación de entregar agua para el consumo humano, también vimos que se utilizó para los animales. Con esto, podemos ir aportando para que la tarea que nos va a tocar en el verano sea más ordenada”,dijo la autoridad comunal.
En tanto Jorge Carrasco, ingeniero agrónomo del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Inia y quien diseñó este sistema de acumulación de agua, explicó que en total, incluyendo el invernadero, cada una de esta unidades tiene un costo de un millón 700 mil pesos. “El costo de este sistema es alrededor de un millón 700, que incluye el invernadero; o sea, es el sistema de captación, una cisterna de acumulación de 10 mil litros, más un invernadero, sale alrededor de un millón 700, un millón 800”, dijo el funcionario del Inia, quien añadió que en la Región de O´Higgins se ha instalado 600 unidades de similares características.
En tanto Miguel Ampuero, de Chaumán y dueño de la casa en la que se instaló el sistema, valoró contar con él, pues según explicó, hasta el verano pasado no había requerido ayuda externa para conseguir agua para sus siembras, animales y para el consumo en su casa. “El verano pasado fue más crítico; nunca habíamos necesitado que la municipalidad nos viniera a dejar agua, nos arreglábamos nosotros con las vertientes que tenemos, pero el último verano se secaron por completo y tuvimos que acudir a la municipalidad y cada año ha sido más crítico, así que contento con este proyecto, que es un tremendo alivio para nosotros”.
