Autoridades ancestrales de la isla, junto a representantes de los pueblos mapuche, diaguita, selk’nam, rapanui y representantes de Gobierno, conmemoraron los 30 años del Día de la Dignidad Williche.
Acompañados de representantes de pueblos originarios de todo el país, diaguitas, selk’nam, mapuches y rapanuis, así como de autoridades del Estado de Chile, las comunidades de Chiloé conmemoraron el Día de la Dignidad del Pueblo Williche”. Cada 7 de julio, desde el año 1986, el pueblo williche de Chiloé celebra el Día de la Dignidad del Pueblo Williche, establecido por el cacique mayor Carlos Lincoman, con el sentido de ser reconocidos por como un pueblo diferente al mapuche, con una cultura, costumbres y lengua diferente.
Para Sandro Marío, lonco de la comunidad de Lelbun, el día de hoy es un tremendo orgullo, por todos los cacicados de la isla de Chiloé y todas las comunidades de Chile, “estamos agradecidos de quienes nos acompañaron, ojalá que se repita cada año. Estamos siendo reconocidos por las autoridades como indios que somos”.
Por su parte la seremi de Desarrollo Social, Daniela Pradenas esta actividad es un ejemplo de reconocimiento y trabajo del pueblo williche de Chiloé, “estamos agradecidos de haber sido invitados a esta celebración, instancia de reunión de distintos pueblos originarios de nuestro país. Estas acciones nos muestran la gran capacidad de diálogo y respecto por el otro que tienes nuestros pueblos originarios”. La autoridad gobierno recalcó que son estás instancias las que hay que destacar, ya que como gobierno lo que se busca es el convivir con respeto y reconocimiento al valor que tienen las distintas culturas al desarrollo de nuestro país.
“Hoy se oficializa el día de la dignidad del pueblo williche. Se ha convocado a las autoridades mayores del archipiélago, los caciques williches de Osorno, y a distintas autoridades de gobierno y representantes de otros pueblos originarios. Hay petición de reivindicación de nuestra identidad y lengua y queremos pedir nuestro reconocimiento legal como pueblo”. Así relató Jerac Millalonco, miembro de la comunidad de Lelbun, aprendiz de maestro de paz y uno de los organizadores de esta actividad.
Junto con el acto central, se llevado a cabo una ceremonia ancestral, la petición de descarga a cargo de la maestra de paz Oliva Nahuelquin, cada pueblo presente realizó su rogativa. Además se levantó la estaca del ánima mayor para despedir a los indígenas mal muertos, en masacres y matanzas, finalizando con una procesión al mar donde se hizo entrega de la ofrenda y se enterró la estaca.
Uno de los puntos importantes de la actividad fue la firma, por parte de los presentes, de un manifiesto, “este contiene el compromiso de reconocer el pueblo williche y chono, reconocer su existencia, hoy cuatro pueblos reconocen como pueblo williche y esto es un gran paso para el reconocimiento estatal”, puntualizó Jerac Millalonco.
Para Milllalonco el mensaje de la actividad es que los pueblos originarios tienen una identidad, que existe una deuda pendiente “pero que eso no significa guerra, solo un poco de humildad y que se reconozca la deuda que se tiene. Que se generen instancias reivindicatorias de identidad y que dentro de los colegios pueda primar la territorialidad cultural. Acá se habla wiliche y tenernos otra filosofía de vida”.
Para el pueblo selk’nam, representado por Hema’ny Molina Vargas (llegada de la primavera), estar en esta actividad significa marcar presencia y poder decir que como pueblo no se han extinguido. “El pueblo williche uno de los primeros que nos ha dado como pueblo el apoyo, la bienvenida a la vida social nuevamente a la existencia urbana, el reconocimiento del existir, de tener identidad propia. El mensaje más importante es la unión, la energía que existió hoy que creo que a nadie le fue indiferente originario o no originario, somos todos seres humanos e hijos de la tierra por igual, por lo tanto la conexión con la tierra nos llega a todos de la misma manera. La visión nuestra es tener esa conexión y poder transmitirla, y en lo posible y de aquí en adelante con la unión de nuestros hermanos independiente a la cultura que tengamos es unirnos todos con la tierra, el mar, con el espíritu y la idea es avanzar para que nadie se sienta el día de mañana como nosotros nos hemos sentido como pueblo por casi dos siglos, invalidados e ignorados y por desconocimiento o poca voluntad de educar a todo el pueblo. Actualmente se nos considera extinguido, y esa es una realidad que hay que cambiar”.
Finalmente para Doris Ortiz Lazo, representante del pueblo diaguita esto significa algo muy espiritual, “porque a nosotros los diaguitas nos costó mucho que nos reconocieran entonces al sentir ese peso que nosotros teníamos que uno siente que debe venir a apoyar a todo el pueblo williche. El mensaje es que deben continuar con su legado, que aún hay mucho por hacer, hay que unificarse, hay que practicar más todo los que son nuestras tradiciones nuestras costumbres todo nuestro patrimonio hay que darlo a conocer”.
