La parlamentaria solicitó mediante oficio al Subsecretario de Pesca evaluar y ponderar las peticiones de los merluceros de la Región de Los Lagos y “lograr que la cobertura que busca entregar el bono compensatorio sea en justicia el más amplio posible”.
Considerando que “son absolutamente legítimas las demandas que están haciendo diversas organizaciones de pescadores artesanales merluceras, para poder acceder al bono compensatorio”, la diputada Jenny Alvarez dijo que “haremos presente esta inquietud a la Subsecretaría de Pesca, de manera que estos planteamientos sean escuchados, evaluados y desde allí puedan surgir soluciones que ayuden a enfrentar la actual situación de crisis”.
La parlamentaria, integrante de la Comisión de Pesca, agregó que “todavía no conocemos en detalle el conjunto de requisitos que la autoridad establece para poder postular al beneficio que tanto necesitan los pescadores que no han podido pescar merluza y sus familias, especialmente en esta dura época. Entendemos que pueda parecer lógico para la autoridad administrativa solicitar el registro de zarpes o las inscripciones en la pesquería, pero entendemos que también se podrían considerar otros criterios”.
Entre estos últimos, la diputada del PS indicó que “en esa línea, entendiendo que lo que se busca es ayudar de la forma más amplia posible a quienes han trabajado en la pesca de merluza por años y no generar exclusiones innecesarias, que se considere la operación de los pescadores propiamente tales registrados en dicha pesquería para los años 2012 y 2013, pues no se trata de fechas tan lejanas en el tiempo y permite tener una mirada sobre el sector cuando al actividad se estaba desarrollando en condiciones de mayor normalidad que las actuales, en que la baja de cuotas ha afectado a numerosos pescadores”.
Jenny Alvarez añadió que “por cierto, como en todas las políticas públicas, no nos cansamos de decir y recordar a las autoridades centrales, que la realidad del país no es igual en todo el territorio, por lo que nos preocupa la situación particular de la flota artesanal ligada a las caletas ubicadas en zonas de mayor aislamiento y dificultad geográfica y climática, como es el caso de Chaitén y otras islas de aguas interiores, que según indican, no han podido desarrollar su actividad debido a la ausencia de empresas compradoras”.
