Aparentemente se habrían utilizado como material árido para ensanchamiento de camino rural del sector
El pasado jueves, dirigentes de las comunidades indígenas de Catruman, Calle y Huentetique, los tres lonkos de Ancud, más el Canelo de Nos, realizaron una visita al sector de Mar Brava acompañados por alto personal de la Capitanía de Puerto y Policía de Investigaciones de Ancud, junto con representantes de la empresa Ecopower y profesionales de la consultora GEQ, a cargo del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto Parque Eólico Chiloé, que proyecta instalarse en el sector.
El objetivo de la jornada era evidenciar en terreno los serios daños que han sufrido los conchales que se encuentran a orillas de la ruta W-234, que según lo observado en la zona, y por la información que han recibido los dirigentes, se habrían extraído parte de los arenales para realizar obras de mejora en esta vía, principalmente de ensanchamiento. Así lo demuestran las huellas de maquinaria y marcas de palas retroexcavadoras.
Para Orlando Allancán, Lonko Mayor de Ancud, la preocupación radica en la ausencia de resguardo del sector: “como lo estamos viendo, los conchales que habían aquí, cada vez van siendo más intervenidos, no sabemos en estos momentos quiénes lo hacen y eso es una preocupación para los pueblos originarios y en especial para nosotros como lonkos, que hoy estamos viendo, junto a las autoridades que nos han acompañado, que el destrozo ha sido tremendo en este lugar.”
La importancia de los diez conchales del sector de Mar Brava quedó develada en la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto Parque Eólico Chiloé, donde fueron categorizados como sitios de potenciales hallazgos arqueológicos. De ahí que sean uno de los puntos centrales de su Mesa de Trabajo entre Ecopower y estas comunidades indígenas, instancia donde han planificado su futura protección: “el área donde se encuentran los conchales corresponde principalmente a terrenos de privados, por lo que no podemos como Mesa ni como empresa, intervenir directamente ahí. Nuestro compromiso siempre ha sido que una vez que contemos con la aprobación del proyecto y hagamos efectivos nuestros contratos, implementemos el plan de protección que hemos diseñado para estos conchales y las seis zonas de interés patrimonial que también existen en el sector.” Indicó Sergio Barría, Coordinador de Proyectos Ecopower-Zona Sur.
Si bien esta visita permitió que las autoridades constataran en terreno el problema de los conchales de Mar Brava, consultado por el proceder que deben realizar las comunidades indígenas, el Inspector de Investigaciones José Roco señaló que “las acciones son judiciales, siempre (deben hacerse) denuncias a PDI, Carabineros, Fiscalía o por medio de alguna acción civil que ellos necesiten. Acá hay un lonko que puede hacer de cabecilla y realizar la denuncia como comunidad, ésas casi siempre están derivadas a la brigada de delitos medioambientales que tenemos nosotros en la PDI.”
Por su parte, el Capitán de Puerto de Ancud, Claudio Vidal, aclaró que “cuando están dentro de nuestros espacios jurisdiccionales, que es desde la línea de más alta marea hasta 80 metros hacia el interior, tomamos las acciones de evidenciar el hecho y ponerlo en conocimiento del Ministerio Público para iniciar el proceso investigativo.” Por lo que en el caso de Mar Brava, quedaría fuera de su competencia, al estar a más de 130 metros de la más alta marea.
De esta manera, las comunidades indígenas de Catruman, Calle y Huentetique, junto a los tres lonkos de Ancud, ya están estudiando cómo formalizar su denuncia con los organismos correspondientes, ya que tal como lo enfatizara Orlando Allancán, su preocupación está en proteger el patrimonio: “esperamos que se resguarde esto y que la empresa que se va a instalar también lo haga. Bueno, gracias a ellos es que “aparecieron” estos diez conchales, a lo mejor si la empresa no hubiera estado, no habríamos tenido conocimiento de esto, se les agradece y si viene la empresa, les vamos a exigir que tenga principal preocupación por resguardar estas partes.”
