TRANSPORTISTA CHILOTE MUERE POR INSUFICIENCIA CARDÍACA.

Debido a una insuficiencia cardiaca de la que nunca se pudo reponer, falleció el pasado miércoles en el Hospital Clínico de la Universidad Católica de Santiago, y los 65 años de edad, José Julio Asencio Levicoy, quien por casi cuarenta años de desempeñó como transportista y comerciante en la comuna de Quinchao.

Conocida la noticia, cientos de personas acompañaron inmediatamente a la familia Asencio – Ruiz, demostrando su dolor ante la irreparable partida del vecino, destacando el Gremio de Camioneros de Chiloé, quienes masivamente escoltaron a su colega desde Ancud y hasta la comuna de Quinchao, recorrido donde se sumaron también vecinos de Achao y los alrededores.

El funeral del conocido transportista se efectuó el pasado sábado al mediodía, los cuales fueron acompañados por una multitudinaria cantidad de vecinos, amigos y colegas de profesión, que repletaron la Iglesia Santa María de Loreto y posteriormente salieron a la calle para despedir y demostrar sus respetos hacia quien será recordado por sus valores y su gran capacidad para generar empleos.

José Julio Asencio Levicoy era oriundo de isla de Lin – Lin (Comuna de Quinchao) y desde muy joven comenzó a realizar diversas labores apoyando a su familia.

Su pasión por los camiones fue desde siempre; a los 19 años obtuvo su primera licencia para manejar camiones, para lo cual se tuvo que trasladar a la ciudad de Concepción, siendo en 1977 cuando logró adquirir su primer camión, marca Toyota, con una capacidad de carga de 2.500 kilos; de ahí en adelante, junto a su compañera de siempre, Albertina Ruiz, con quien se había casado en 1973, comenzaron una fructífera labor comercial, que ayudó a adquirir nuevos camiones con el paso de los años e iniciando también diversas labores comerciales.

José Julio Asencio Levicoy, además de su esposa deja tres hijos, Claudia, Alejandro y Cristian, nietos, familiares y amigos, que tristes pero resignados, recordarán a un hombre que con esfuerzo, dedicación y sacrificio, logró cumplir con cada uno de sus objetivos; hoy descansa en paz, y de seguro ya está recorriendo alguna de las rutas que se encuentran en el cielo.

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