DIA DE LA MADRE.

A propósito de la celebración del día de la madre, lo primero que evocamos es la imagen femenina como la madre amorosa, aquella que se abandona en el cuidado de su prole que desea lo mejor para sus hijos, y que lucha por el bienestar y felicidad de estos.

Sin embargo, hoy en día muchos desenvuelven el rol de madre desde diferentes esferas. No es menor que abuelas y abuelos, en las últimas décadas, hayan cambiado su rol asumiendo el cuidado, crianza y educación de sus nietos.

Las transformaciones de la estructura familiar y la incorporación de la mujer al trabajo remunerado han tenido un impacto en los roles en nuestra sociedad, en especial, el rol de cuidado. En este sentido, las familias monoparentales con jefatura masculina, pero mayoritariamente femenina, enfrentan más desafíos a la hora de desempeñar este rol. El afecto, la autoridad y proveer caen sobre la misma persona, tarea que exige un mayor esfuerzo que cuando es compartida. Y es aquí, donde la frase “ser padre y madre a la vez” cobra sentido. Por tanto, en la celebración del día de la madre no solo se debiera enarbolar la figura femenina por antonomasia, sino que también se debería incluir en dicha celebración a todos aquellos padres solteros, viudos o separados que crían a sus hijos, a todas esas abuelas y abuelos que asumen la crianza de sus nietos, y también a todas aquellas personas (hermanos, tíos, cuidadores en general) que por cualquier motivo, se han convertido en figuras significativas para niños y niñas y han desempeñado uno de los roles más importantes para toda persona. Ser Madre.

Paola Ilabaca Baeza

Investigadora Centro CIELO – Escuela de Psicología

Universidad Santo Tomás.

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