Columna de opinión Seremi de Gobierno Francisco Reyes Castro.
En Chile, uno de cada cuatro niños vive bajo la línea de la pobreza de acuerdo al estudio “Infancia Cuenta Chile 2014” del Observatorio de Políticas de Infancia y Adolescencia. Es decir, el 22,8 por ciento de la población infantil del país se encuentra en esa condición; 8,4 por ciento más por encima del total, que es de 14,4 puntos.
Sin duda una noticia no alentadora si no existiera una carta de navegación para hacer frente a esta realidad, pero un gran desafío existiendo política, programa y acción de Gobierno que involucre al Estado y su directa relación con la sociedad civil organizada.
Y es una oportunidad también para mostrar cuánto hemos avanzado para ser capaces, de manera conjunta, de construir de manera participativa una nueva ley y una política en este sentido.
Por ello es que se destaca la realización del Diálogo Regional por la Infancia y Adolescencia desarrollado el sábado 17 de enero en Puerto Montt y el lunes 19 de enero en Castro, Chiloé, y que busca –al igual que en todo Chile- no sólo recoger la visión de la sociedad civil, de grupos de interés, respecto a cómo debiesen construirse las políticas públicas en torno a este importante segmento, sino ser una maravillosa instancia para comprender, valorar y buscar potenciar los talentos y capacidades de nuestros niños, niñas y adolescentes a partir de la realidad territorial y los desafíos comunitarios.
La Presidenta Michelle Bachelet nos ha llamado a construir política pública a través de la participación y de la opinión de ciudadanos y ciudadanas y éste es el sentido de las jornadas de Puerto Montt y en el Archipiélago, encabezadas por Estela Ortiz, del Consejo Nacional de la Infancia.
A través de esta columna y en mi calidad de secretario regional Ministerial de Gobierno, saludo y destaco el interés mostrado de cada uno de los hombres y mujeres, jóvenes, niños por participar de estos diálogos, agradeciendo y valorando el ánimo y el compromiso manifestado con este gran tema para mirar el presente y proyectar el futuro de nuestra región y país a partir de las personas.
Su trabajo diario, profesionalismo, servicio público, voluntad, convicción y sus opiniones nos enriquecen y son vitales para la construcción de una nueva ley y política centrada precisamente en los niños y jóvenes. Ellos…, nuestros hijos e hijas, nuestro entorno inmediato de energía, fuerza, optimismo y alegría, no sólo son el renuevo, son historia ahora y a ella nos debemos con sentido de urgencia.
El programa y acción del primer Gobierno de la Presidenta tuvo sellos muy nítidos como lo fueron la protección social, el desarrollo inclusivo y la participación ciudadana.
A partir de ellos se fueron delineando una serie de políticas específicas como la reforma previsional, la educación preescolar, la nueva política de vivienda, la política de garantía de salud, la inversión deportiva, la política hacia la mujer, de innovación, protección al empleo y los trabajadores, entre muchas otras.
Hoy, en este segundo gobierno de la Presidenta Bachelet nos hacemos cargo de las transformaciones que nos demanda una ciudadanía más empoderada, más exigente, consciente de sus capacidades y del poder de la organización.
Y abordamos con decisión y mucha fuerza grandes temas comprometidos en el programa, preocupándonos y ocupándonos de nuestros niños y jóvenes. Una política y una nueva ley robusta y validada en la misma ciudadana es lo que merecen, lo que Chile se merece y la herramienta más profunda para hacer frente a la desigualdad.
Todos y todas estamos invitados a esta tarea.
