Emoción y alegría se vivieron en la bendición de las instalaciones del Liceo Bicentenario de Ancud, ceremonia realizada este miércoles en el establecimiento educacional.
Con un sobrio acto a cargo de los propios alumnos del recinto, se repasó el primer semestre de funcionamiento del único plantel de excelencia que existe en el Archipiélago.
“Esta es una institución que valora profundamente lo logrado en estos meses, que busca la calidad en el desempeño y que hace esfuerzos por responder en forma oportuna y efectiva a los nuevos desafíos”, dijo el director del Bicentenario, Julio Soto.
Para el educador, aunque son importantes los logros obtenidos hasta el momento, tanto en el plano académico como en el extraescolar, es necesario “no conformarse, tomarlos con discreción y seguir mejorando”, para lo cual cree contar con los estudiantes y recurso humano adecuados.
Mientras tanto, para el alcalde Federico Krüger, es fundamental que este tipo de centros educativos entreguen las mejores posibilidades para el desarrollo de los menores.
“Lo importante es que gente con aptitudes y condiciones sobresalientes en educación encuentren un ambiente lo más adecuado posible para desarrollar sus potencialidades al máximo”, afirmó el edil.
El punto final de la actividad fue el recorrido efectuado por el obispo de la diócesis de Ancud, Juan María Agurto, quien roció con aguas bendita las dependencias, a apoderados y alumnos, orando por el éxito del proyecto de enseñanza que comenzó a desarrollarse este año.
