Su satisfacción “por haber podido aportar a solucionar un tema que amenazaba con convertirse, innecesariamente, en un problema para las organizaciones sociales y los municipios, debido al dictamen de la Contraloría que estableció que los municipios no se encuentran facultados para organizar o autorizar bingos, ni aun cuando estos tengan fines benéficos”, se manifestó la diputada Jenny Alvarez, tras la aprobación de un conjunto de mociones, incluida una de su autoría, por votos a favor y que ahora pasa para su pronto despacho al Senado.
A juicio de la parlamentaria que hizo uso de la palabra en la discusión, “los bingos en comunidades rurales cumplen diversos objetivos, son puntos de encuentro solidario, social y cultural, especialmente para comunidades rurales y organizaciones como bomberos, talleres de mujeres, clubes de adultos mayores, sindicatos de pescadores o clubes deportivos”.
“Por este motivo, independientemente de que la Contraloría pudiera revisar este dictamen -dijo la diputada Jenny Alvarez- surgió de inmediato la iniciativa parlamentaria para salvar esta situación en que, para ser justos no nos pone la Contraloría, sino la vigencia de normas y reglamentos que tienen más de 40 años. De allí que la bancada del Partido Socialista haya tomado iniciativa para impulsar una de las mociones que hoy discutimos y que aprobamos con amplia mayoría”.
Alvarez indicó que esta moción parlamentaria busca establecer “que a los bingos organizados por personas naturales o jurídicas sin fines de lucro, que tengan por exclusiva finalidad la realización de obras sociales o de beneficencia privada, cuyo objeto sea la educación, la salud, caridad o la asistencia social, no les será aplicable la ley de casinos de juegos”.
La legisladora del PS enfatizó que “era inaceptable esta limitación a una actividad que como los bingos, juegan un rol social muy importante, especialmente en aquellas comunidades más pequeñas, rurales, humildes y alejadas de grandes centros urbanos. En el caso especial de Chiloé y Palena un bingo viene a ser en la mayoría de los casos un apoyo que muchas veces viene a subsidiar, desde la ciudadanía y la solidaridad comunitaria, la falta de acción y de apoyo desde el Estado, especialmente en materia de salud”.
“Por lo demás -concluyó- en zonas como la nuestra con más de 30 islas habitadas, donde la solidaridad entre las personas se expresa de diversas formas, cuyo ejemplo más visible es el de las mingas, en que toda una comunidad aporta al traslado de una casa, los bingos son una expresión arraigada de acción humanitaria colectiva, de amistad, de apoyo colectivo que esperamos corregir con la moción que hemos presentado, más allá de las correcciones que pueda hacer la Contraloría sobre su dictamen que, además, afecta el importante rol social que cumplen los municipios”.
