Especialistas nacionales y extranjeros, médicos en formación y un público interesado participaron de las 4ª Jornada de Salud Complementaria, organizada por el Servicio de Salud Chiloé.

De la Vendeé francesa al Alto Amazonas del Perú: es la travesía del doctor Jacques Mabit.

El médico llegó en 1980 al departamento de San Martín en el selvático noreste del país vecino para hacerse cargo de un pequeño hospital. Pero no sólo el idioma y la cultura eran distintos; también la medicina. “Para sacar adelante el hospital, obligadamente debía trabajar con parteros y curanderos”, relata Mabit. Fue el comienzo de una relación marcada por hierbas desconocidas, ritos tradicionales y guías espirituales. Para Mabit, lo aprendido en estos años constituye un nuevo paradigma en salud. “Lo importante es que es eficaz”, sostiene Mabit. “Se tiende a pensar que la medicina tradicional de los indígenas no tiene evidencia. Eso es cierto en la medida en que hay pocas investigaciones, pero también hay una experiencia milenaria. Todas las investigaciones, por ejemplo, sobre el uso amazónico de plantas, no hacen sino comprobar lo que dicen los curanderos desde hace miles de años; y así ocurre en todo el mundo en aspectos muy sofisticados del uso de plantas. Ese conocimiento tiene una base que podría enriquecer a la medicina occidental, sobre todo en aquellos aspectos en que ésta no es eficiente, como las adicciones, las inmunodeficiencias, las enfermedades degenerativas, en salud mental…”

Un enfoque que el Dr. Mabit aplica en el centro de rehabilitación Takiwasi, ubicado en la localidad peruana de Tarapoto. Allí se ponen a prueba técnicas milenarias de sanación, las diversas propiedades de plantas medicinales de la zona y los saberes de los curanderos para terapias de adicciones a sustancias como la pasta base, heroína, cocaína o cannabis. “Lo que hemos propuesto es crear espacios piloto, que permiten comprobar que eso funciona, y que después se pueden extender. Si estamos únicamente en debates filosóficos o ideológicos, es interminable. Hay que partir de la clínica”, concluyó Mabit.

Salud complementaria

Esta visión distinta de la salud estuvo en el centro de las 4ª Jornada de Salud Complementaria y Salud Colectiva, organizada por el Servicio de Salud Chiloé, en el que participaron médicos en etapa de destinación y formación (EDF), jóvenes profesionales que hacen su primera experiencia en el sistema público en las zonas más alejadas del país. El Dr. Mabit fue uno de los expositores, junto al Dr. Alejandro Stevens, quien disertó sobre cómo una dieta antiinflamatoria y el consumo de agua alcalina pueden contribuir a eliminar acidez y la  hipoxia, y a aumentar la temperatura de las células cancerígenas, haciendo potencialmente reversible el cáncer.

El Dr. Jaime Ibacache, que dirige el programa de salud complementaria del Servicio, destacó la importancia de intercambiar sobre paradigmas distintos de salud, especialmente en Chiloé: “en nuestra provincia,  el modelo occidental, alopático, hegemónico no da cuenta suficiente de la realidad. El modelo occidental en Chiloé recién aparece en 1960. De lo que se trata es de crear un modelo incluyente de los saberes populares respecto a la prevención, promoción der estilos de vida y, cuando hay un desequilibrio, recurrir a los recursos naturales que tenemos aquí.”

Ibacache indicó que “tenemos que ser autocríticos. La comunidad hoy está desencantada de los modelos occidentales totalitarios, en el sentido de ‘esta es la única medicina, éste es el único conocimiento, y todo lo que usted sabe es brujería o superstición.’ La gente se da cuenta que puede complementar.”

El médico enfatizó que la integración de los diversos saberes, de la medicina académica establecida y la tradicional, es posible en Chiloé. “Hay experiencia”, sentencia, “desde hace años en algunos sectores, el técnico paramédico está trabajando con el saber popular de su comunidad, incorporando plantas medicinales, tratamientos, conversando con las personas que hacen preparados…”. Según Ibacache, el uso de los conocimientos anecestrales no tiene por qué limitarse a las postas periféricas, sino que también tiene cabida en los centros de avanzada como la unidad de cuidados intensivos de un hospital, “como cierto tipo de dieta, infusiones, que pudieran mejorar, incluso, la absorción de cierto tipo de medicamentos o evitar el daño que provocan al hígado… Hay todo un mundo por complementar. Estoy seguro que ese es el camino del desarrollo de una medicina moderna”.

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