Funcionarios de Hospital de Ancud pueden optar a uso de Residencia Preventiva

 

La iniciativa favorece a quienes estén en contacto directo con enfermos de Covid-19 o sean considerados factor de riesgo de transmisión del virus para el resto de la familia con la cual residen.

 Una buena herramienta para los funcionarios de la salud pública dispusieron las autoridades de esta cartera, considerando algunas situaciones puntuales que resultan complejas de resolver. Se trata del programa sobre Residencia Preventiva por Covid-19, orientado a quienes se desempeñan –en este caso- en el Hospital de Ancud. Considerando que el personal sanitario constituye un grupo de riesgo para la transmisión del nuevo Coronavirus, se hacía necesario disponer dependencias especiales para trabajadores de la salud, tal como se hace con enfermos y/o sospechosos de portar Covid-19. La idea es protegerlos no solo mientras estén trabajando, sino también fuera de su establecimiento. Y, de esta forma, también resguardar a sus familias.

Así lo cuenta Juan Luis Gallardo, Asistente Social del Hospital ancuditano y quien gestiona los ingresos de los trabajadores a estas dependencias. “Hasta el momento cuatro personas han usado estas residencias, que comenzaron a funcionar en mayo”, resume. El objetivo es otorgarles acogida, principalmente a quienes están en contacto estrecho o directo con pacientes sospechosos de Covid-19, y que no pueden llegar por motivos familiares a sus viviendas, ya que tienen hijos menores de dos años o viven con adultos mayores. Otro factor es que residan en el sector rural y tengan inconvenientes de desplazamiento hasta el Hospital. “Si alguien no puede fallar en estos momentos es el funcionario de salud. Por lo tanto, como Servicio de Salud y Hospital, se hacen los esfuerzos necesarios para que sus trabajadores se sientan bien y puedan llegar a su trabajo”, comenta el también Jefe de la Unidad de Servicio Social del Hospital de Ancud.

 

DOS EXPERIENCIAS

Es el caso de Camilo Curumilla, Técnico de Enfermería de Nivel Superior (TENS) y quien trabaja en el Servicio de Ginecología, Obstetricia y Neonatología. Vive en Punta Chilen, sector rural de Ancud. Cuando comenzó la pandemia se complicó su desplazamiento. Además, tenía otro factor en contra: Vive con su abuela, quien ostenta enfermedades crónicas como hipertensión, obesidad y dislipidemia. “Entonces me dieron la oportunidad de postular a una residencia para personal y me la otorgaron. Ha sido de mucha ayuda; me queda cerca, es una cabaña cómoda y viven preocupados que nada me falte en cuanto a consumos básicos. Me ha servido bastante para la puntualidad dentro del servicio. Estoy muy contento con la gestión”, dice el joven.

Camilo tiene claro que estos tiempos han sido complejos, pero su espíritu es continuar sirviendo a la comunidad. “Ha sido sacrificado, cubriendo turnos largos. Pero estoy muy contento, todos somos un equipo y trabajamos a la par. Hace un mes que no voy a casa de mis viejos, pero es una de las cosas que hay que pagar por trabajar con la gente y ser funcionario de la salud…”, reflexiona.

Una experiencia similar tiene la señora Miriam Ortega, Auxiliar de Servicio del Policlínico. Fue la primera beneficiaria de Residencia Preventiva en el Hospital ancuditano, pues entonces prestaba servicios en la Unidad de Diálisis, donde se pesquisaron los primeros casos en la comuna. “Estuve trabajando directamente con personas Covid-19 y en Diálisis. No podía ir a mi casa, por medidas sanitarias para proteger a mi familia, donde hay varias personas crónicas, incluso mi hija chiquitita lo es. Entonces, por estar trabajando con personas que tenían Covid-19 había un fuerte recelo…, tenía que cuidar a mi familia…”, grafica. Al igual que Camilo Curumilla, vive en Punta Chilen. Eso sí, reconoce, sintió mucha soledad. “En la cabaña tenía todas las comodidades, pero estuve mucho tiempo alejada de mis hijas y eso fue un poco duro. Pero bueno, ya pasó, la experiencia fue favorable y ésta queda en uno, desde lo ético a lo profesional”, expresa, agradeciendo el apoyo que recibió en ese momento.

 

COMO INGRESAR

La forma de ingresar a una Residencia Preventiva para Funcionarios es comentar el caso a su jefatura, la que hace llegar al Servicio Social la solicitud, que finalmente se evalúa por parte del equipo directivo del recinto asistencial.

El Asistente Social Juan Luis Gallardo, comenta que “el compromiso de los funcionarios por seguir atendiendo a la gente está. Es lo principal. En otras instancias he debido certificar condiciones complicadas, porque hay niños pequeños, por ejemplo. Siempre está la disponibilidad de los funcionarios por venir a trabajar en los horarios en que cuentan con algún apoyo en su casa. Recalco ese compromiso y lo mínimo que podemos hacer como Hospital es darles las garantías para que vengan a trabajar”, manifiesta el profesional.

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