Turismo con lupa: una invitación a descubrir los bosques en miniatura de Chiloé.

Como una oportunidad única en Chiloé fue catalogado por los estudiantes el curso “Turismo con Lupa: Conociendo y valorando la diversidad de los bosques en miniatura en Chiloé”, realizado el 6 y 7 de marzo por la Estación Biológica Senda Darwin (EBSD), gracias al Programa de Conservación Biocultural Subantártica del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y la Universidad de Magallanes.

El curso se compuso de una primera jornada de trabajo en aula y reconocimiento de especies del micro bosque en los ecosistemas de la EBSD, para continuar el segundo día con trabajo en terreno en el Área Protegida Privada “Los Senderos de Chepu”, donde los participantes pudieron reconocer las especies carismáticas del bosque en miniatura del lugar y construir relatos en torno a temáticas de relevancia local, nacional y mundial.

El relator del curso, Roy Mackenzie, investigador del IEB y la Universidad de Magallanes, explicó lo realizado en la capacitación: “Lo que hemos hecho ahora es agregar un poquito de valor a los mismos senderos que han sido utilizados desde antes en trekking o reconocimiento de flora y fauna, pero ahora nosotros también podemos agregar el bosque en miniatura y solamente utilizando una lupa ya podemos empezar a conversar de especies que si bien son pequeñas, son muy importantes y relevantes en el bosque y nos permiten entonces ver y disfrutar el bosque por completo, cómo lo entendemos y cómo lo queremos”, precisó.

El investigador que trabaja durante años en el Parque Omora en Cabo de Hornos en el ecoturismo con lupa, destacó la importancia de los contenidos trasmitidos en la capacitación para la cultura ecológica, “son contenidos que se suman a todo lo que la misma gente ya sabe de sus propios territorios, desde la cultura chilota hasta el mismo territorio, ellos se dan cuenta de las crisis socioecológicas en las que están sometidos, muchas veces sin ánimo de contribuir a empeorar, todo lo contrario, están con muchas ganas de poder fomentar una cultura de sostenibilidad, una cultura de visitar con mínimo impacto y de conocer un poquito para entender cómo funcionan sus propios bosques”, señaló.

Por su parte, los estudiantes seleccionados para la realización del taller se mostraron muy conformes con los contenidos aprendidos durante la actividad, “el curso fue una oportunidad única aquí en Chiloé, para poder aprender de un aspecto de la diversidad que no siempre es estudiado ni divulgado entre la comunidad local, ni tampoco en otro tipo de comunidad científica, así que permite poner en valor en este caso a las briofitas, musgos, las hepáticas y a los líquenes, pero también reconectar o restablecer una conexión entre los habitantes con este entorno natural, pero ya mirando el bosque no solamente como árboles, sino que también como otras especies que son parte de este micro bosque”, expresó la bióloga ambiental en Patagonía Rural, Vanesa Durán, quien también destacó la técnica de enseñanza del profesor del curso, “la experiencia fue excelente, el profesor muy dispuesto a enseñarnos y explicarnos de una manera súper personalizada, a pesar de ser un grupo de 20 personas, creo que para cada uno de nosotros que veníamos de distintos espacios de trabajo fue un gran aporte”, puntualizó.

Para Gregorio Harfagar, emprendedor turístico de Queilen el curso le entregó importantes herramientas para el desarrollo del turismo, “me pareció una experiencia súper enriquecedora, el profesor muy bueno, difícil de encontrar este tipo de conocimiento tan cercano, sobre todo para el emprendimiento del turismo que es un desarrollo que está en pañales aquí en la isla y que nosotros pensamos que tiene un potencial increíble para más adelante, sobre todo para el turismo de intereses especiales. En el fondo, también es una entrega de conocimientos no sólo para nosotros, sino a la comunidad donde nos desarrollamos, porque esto también nos va a permitir poder enseñar a nuestros vecinos”, expresó.

El relator del curso, aseguró que estás experiencias son necesitarías de seguir replicándose, “la idea que tenemos nosotros desde el Parque Omora es ser capaces de exportar el modelo de ecoturismo con lupa y que se pueda replicar en diferentes lugares donde las personas tengan ganas de apropiarse un poquito más de su territorio, sumando entonces estos relatos que nosotros acabamos de crear en conjunto con los estudiantes y nos demuestra también que cada lugar tiene su singularidad y tiene su necesidad de ser contada”, aseguro Mackenzie.

Cabe señalar que la actividad fue organizada por la Fundación Senda Darwin, EBSD, Parque Etnobotánico Omora, Universidad de Magallanes, IEB, Red Chilena de Sitios de Estudio Socio-Ecológicos de Largo Plazo (LTSER), Universidad de North Texas, y financiada por Patagonia Mar y Tierra.

 

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