Declararán Monumento Nacional a vestigios del tren en Ancud, Dalcahue y Castro

El Colegio de Arquitectos de Chiloé, la Agrupación del Rescate y Preservación del Patrimonio Cultural y Natural de Ancud, el Museo Regional de Ancud, vecinos de la comunidad  se reunieron en dependencias del Museo Regional  de Ancud y  escucharon  atentamente al Consejo de Monumentos Nacionales  que aprobó una  declaratoria para proteger los últimos vestigios del ferrocarril de trocha angosta que funcionó entre las ciudades de Ancud y Castro hasta antes del terremoto de 1960..

Haciendo una pequeña historia  que aparece en la página web del Museo Regional de Ancud, la construcción de esta infraestructura ferroviaria se remonta al 1 de agosto de 1889 cuando el Senador por las provincias de Llanquihue y Chiloé, Ramón Ricardo Rozas, presentó un primer proyecto que, aunque no fue aprobado, mostró que era potencialmente factible a nivel técnico. Más tarde Ignacio García Sierpe, Diputado por Ancud, Quinchao y Castro, gestionó recursos para realizar un pre-estudio técnico que no se concretó, volviendo a la carga en 1905 junto a Guillermo Pereira, logrando ahora que el Congreso financiara un anteproyecto a cargo de los ingenieros Jorge Hevister y Carlos Briceño.

Durante el Gobierno del Presidente Pedro Montt se encarga a una compañía Franco-Belga llevar adelante los estudios inversionales y técnicos para la construcción del ferrocarril, hasta que el 28 de julio de 1908 se firma el decreto para su construcción, adjudicándose a la Compañía Lezaeta & Durán Hnos. y Cía. El primer tramo funcional fue el que unió Lechagua y Ancud alrededor de 1910, mientras que luego de retrasos, accidentes graves (hundimiento de un barco en 1911 con una locomotora) y algunos inconvenientes judiciales, se pudo inaugurar el 27 de julio de 1912. Funcionó por décadas con altibajos y crecientes costos, incluyendo además varios accidentes y muertes (como en enero de 1960 cuando fallecieron 4 personas tras chocar con un árbol que cayó en la ruta) hasta que el terremoto del 22 de mayo de 1960 terminó por finiquitar su funcionamiento, que a esas alturas ocasionaba serias pérdidas a la compañía de Ferrocarriles del Estado.

El ferrocarril tuvo 10 estaciones uniendo las ciudades de Ancud y Castro a través de untrazado de 88,4 kilómetros de extensión, incluyendo además un ramal de 8,4 kilómetros entre Ancud y Lechagua, donde se encontraba un puerto que el terremoto y posterior maremoto en mayo de 1960 destruyó. En 1908, la inversión estimada alcanzaba a la estratosférica cifra de $2.950.000.-, que en términos de equivalencia actual, sería varias veces el Puente Chacao.

Para completar el proceso de declaratoria como Monumento Nacional, la Ministra de Educación debe firmar el Decreto correspondiente que aún no ha sido anunciado. Para Ángel Cabeza, director de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (Dibam) y vicepresidente del Consejo de Monumentos Nacionales “estos bienes son el testimonio material del alcance y magnitud de la red ferroviaria nacional que tuvo una extensión de más de 8.800 kilómetros, generando la efectiva ocupación de parte importante del territorio, a través de un sistema de transporte que significó un cambio cualitativo y cuantitativo en comunicación y accesibilidad el cual contribuyó en forma decisiva al desarrollo del país”.

Adicionalmente, Cabezas acotó que el tren que unió Ancud y Castro “es uno de los escasos ejemplos en el mundo de sistema ferroviarios en un contexto insular, que además dada esta condición tuvo una estrecha relación con los puertos de Castro y Ancud (Punta Choloux); de esta manera se implementó un sistema de comunicación que unía lo terrestre y marino”.

Los nuevos monumentos corresponderán a la ex Estación de trenes de Ancud que data de 1911, el Puente Butalcura de Dalcahue y la Locomotora Herschel n.°5057 en Castro que se exhibe en la Plazuela de Castro.

Esta entrada fue publicada en Chiloé. Guarda el enlace permanente.

Comments Closed